viernes, 12 de noviembre de 2010

Erre con erre cigarro...

Delante de mi ojo izquierdo, un mechón de cabello. En el derechó sólo habían lágrimas. Cerca de mi boca, un cigarro encendido y a medio consumir. Yo, en una silla; la silla en un cuarto oscuro, el cuarto oscuro ocupando espacio en algun lugar del planeta. La ventana estaba cerrada y las cortinas igual. Iluminado por la luz del fogón del centro de la habitación, comencé a pensar, acompañado del sonido del agua cayendo del cielo...

Ella, debe ya de estar lejos... muy lejos...

Lejos, como a miles de kilómetros de acá...

En un bote, en un avión, en auto o caminando...

...

El sonido del teléfono hizo que me cayera de la silla.

-¿Aló?
-Necesito hablar contigo
-Nos vemos acá en la hacienda... *click*

Silencio, sólo el sonido de las brasas ardiendo.

En el techo, una gotera. La lluvia se hacía cada vez más fuerte y algunas tejas se habían movido. No las arreglaría hoy, así que decidí esperar a que la lluvia cesara.

Exhalé un poco del humo del cigarro que me ahogaba en esa habitación tan hacinada...

Ella debe estar pensando... pensando también... ¿Por qué no?

Pensando, sentada en su asiento, pedaleando o caminando... pero pensando...

Un gato sobre el tejado, el sonido al resbalarse (Ojalá no haya movido más tejas) y al caer me provocó un sentimiento de terror irreproducible.

-Miau, miau...

Se había roto una patita, pensé... Fui a ver que pasaba. El viento apenas permitió mi salida de mi cálido hogar. El gato se hallaba tirado en medio del pasto, con una pata claramente descolocada. Pensé por un momento en llevarlo al veterinario pero...

...Ella debe estar almorzando, no creo que llegue en este momento, mejor aprovecho el tiempo...

Me subí al auto e introduje las llaves en la chapa correspondiente. El motor no quería encender al principio pero luego de varios intentos y quejidos y maullidos y desesperaciones lo hizo. Conduje lo más rápido que la lluvia me permitió hacia el hospital más cercano de donde estaba...

Mi cigarro ya se había acabado, tuve que tirarlo por la ventana... Ví como rebotó en la hierba que rodeaba mi mansión...

Ella debe haber vuelto a comenzar su andar... si tan solo supiese donde está... tal vez no temería de su llegada...

El consultorio para mi suerte estaba abierto y vacío, atendieron al gatito de manera expedita y le dieron una atención especial.

-Estará bien doctor? - Pregunté como niño chico esperando saber de su mascota de toda la vida
-Lógico...- Me acordé que debía volver rápidamente, me despedí y me fui a toda velocidad.

Alcancé el lugar del cual siempre puedo ver mi hacienda, tal vez ella me esté esperando en la entrada...

Fuego, eso fue lo único que podía apreciar... Fuego y más fuego...

-¡Cigarro de mierda!- maldije una y otra vez-¡Cigarro de mierda!

Me bajé y saqué el extintor de mi auto para intentar apagar las llamas cerca de la entrada. La puerta parecía abierta.

-¡Laura!- Había llegado antes del inicio del incendio

Al entrar, descubrí que todo estaba siendo quemado... Todo, incluyéndola a ella. Calcinada, parecía piedra pero podía haber apostado que una ligera ráfaga de viento la hubiese esfumado de la tierra.

Eufórico, tomé la silla en la que hasta hacía unas horas había estado sentado y la agité con fuerza de lado a lado... siendo ésta contaminada con la llama del diablo. La alejé inmediatamente de mí y cayó cerca de la escalera de madera que llevaba a la habitación donde guardo el gas para la estufa de parafina (Lo confieso, mi chimenea es falsa...)

Lentamente, el fuego subía peldaño a peldaño... me armé de valor y tomé de nuevo la silla, mientras esta en su flameante naturaleza me devoraba las manos con sus fauces ardientes. Despues las muñecas y los brazos. Rompí todo, los cuadros, las cartas, los muebles... y no soporté más el dolor...

Tirado en el piso, mordiéndome por dentro por las quemaduras de tercer grado, mi mirada solo atinaba a ver el umbral de la puerta después de las escaleras, donde lo único que separaba las llamas de mi bodega era una pequeña línea de cerámica... no inflamable.

Me tranquilicé por un momento, pero un ligero temblor hizo caer de la muralla una carta, una carta de mi hermana...

La carta se consumió por completo y permitió a las llamas cruzar...

-¡Hija de...!

martes, 26 de octubre de 2010

Gris Misión

Un botón, su imagen se reflejaba en mis gafas, empañadas por mi agitada respiración dirigida hacia mis ojos por una bufanda exageradamente vestida por mi. El reloj no avanzaría hasta que el botón fuese presionado o mi interés en él hubiese decaído. Redondo y blanco, pareciese que no tuviese relieve sobre la superficie en la cual se ubicaba, pero sus letras recordaban alguna oración leída en mi infancia con respecto a bajar, subir, entrar, salir, soñar, vivir... no recuerdo muy bien. El frío que rodeaba este artefacto era solo percibido paradójicamente por mi vista, que hacía notar un poco de hielo incrustado en la superficie del interruptor.

Detrás de mí, el demonio me incitaba a presionarlo. Bueno cual abogado en el arte de argumentar y convencer, pasó rápidamente a enumerar las razones por las cuales yo debiese de presionar aquel botón. Muchos deseos de venganza serían cumplidos de una vez por todas y mi felicidad llegaría por fin a su punto cúlmine. Ellos lo merecían, era todo su culpa, provocaron la causa que determinó todas las consecuencias que estaban ocurriendo. Vestía un traje negro qu le llegaba como zotana hasta los pies, en los cuales no había más que 2 bolass de basura negras protegiéndolos de la gelida escarcha que rodeaba todo aquel ambiente. Sus ojos eran grandes y rosados y sus labios estaban pintados de color amarillo. Su tez no era roja, sino verde.

El bastón que el malulo portaba tenía poderes y no lo pude percibir hasta el momento en que recobré la razón. Ese día yo andaba con un buzo café y polera manga larga verde. Mis manos eran blancas como la nieve y se perdían en el botón (que a veces crecía al tamaño de elefante y otras se achicaba como una hormiga).

Sugirió por última vez que era un justo castigo, no lo medité y lo hice.

Derrepente el reloj de pulsera volvió a emitir su continuo tic tac, la atmoosfera de la pequeña salita de estar se volvió cada vez más densa y oscura, y el pequeño hombre verde de labios amarillos, en vez de esfumarse, dio vuelta sus instrumentos de diablo de tal modo que fueron casi imperceptibles al contrastarse con el café del piso acolchado de madera de mi casa. Tuve un mal presentimmiento acerca de este simple gesto, que a mi percepción mo hacía más que empeorar las cosas entre mi y el mundo exterior.

La chicharra se había activado.

Corrí lo más rápido que pude en dirección a la escalera más cercana, al no poder encontrarla, me tiré desde una altura de setecientos metros a través de la venana de aquella oscura torre, los rayos de luna invadían la nueva abertura por la cual ahora podía ntrar la luz y mi gran escape fue considerado como una afrenta ante el Dios del aberno.

Hasta el día de hoy sigo perseguido por los demonios, esos pequeños seres mandados por mi contraparte del contrato, documento legal malamente firmado por mí, mediante un engaño, con solo presionar el botón de aquella habitación, que me condenó a mí y a mis seres queridos (que por suerte no son muchos) a una vida de tristeza y melancolía, rodeada de odio, envidia y deslealtad.

jueves, 21 de octubre de 2010

Ella

Sus pómulos sonrojados por el caluroso Sol
brillaban en la eterna noche estrellada
brillaban cual polvo de hadas
que de Dios había recibido el Don.

Su nariz era más pequeña que grande,
levantada como un mástil en punta.
Como haciéndole a uno la pregunta
¿Puede haber algo tan bello que la Deidad mande?

Sus ojos eran lustrosas perlas de piratas
hermosas, bellas, pero jamás encontradas,
escondidas junto al resto del tesoro
que no era menos que su cuerpo en todo.

Sus largos cabellos caían en los verdes llanos,
dando los más furtivos y certeros golpes,
lo que producía el enojado y envidioso llanto
de todas las apocadas ninfas del bosque.

Mas cualquier regalo divino no importa
si en un recóndito lugar de su mente
están los dones celestiales que forjan
una auténtica mujer diferente.

A esa mujer diferente me daría
si desde su ser me lo pidiera
y aunque fuera en la lejana lejanía
me dispondría a comenzar una nueva era.

domingo, 17 de octubre de 2010

Brillo de Sol

La hora del crepúsculo se avecina,
y así, de a poco, el brillo del sol se extingue
trayendo, de la noche, su estirpe
y envolviendo a todo quien la mira

¿Es culpa de ella tapar mis estrellas?
Toda la infelicidad no recae más que en mí.
La única persona que en todo el mundo sentí
no fue más que una sola y fugaz ráfaga de cometas.

Cualquier brillo de Sol en este momento ayudaría,
sea naciente de Australia o de la misma China.
Cualquier brillo de Sol que me ayude a olvidar
será bienvenido a bailar este vals infernal.

El vals de una larga estadía póstuma,
póstuma en vida, no más que un inútil baile
que llevará mi vida y la hará sin sentido hasta la tumba
mas qué desearia yo que ese baile se desgaste.

Paradójico es que mis plegarias a los Dioses escuchar sea difícil
mas a cualquier Brillo humano de Sol sea imposible.
Ya se fue mi esperanza antes no perecible,
ahora mi pareja es la soledad acompañada, y a ella, soy dócil.

lunes, 11 de octubre de 2010

Ahora!

(Les recomiendo que lean mejor el cuento que sigue a este... estoy aburrido y asdsfdgbfhjsgaffasgh y esto es basura :D)

Mi justa demanda. Derecho constitucional, otorgado a todos los ciudadanos de la nación desde 1980. Estos argumentos no eran suficientes para convencer al hombre al otro lado de la mesa de ser más transigente y colaborar con mi petición. Un grito más, un grito menos. Los Carabineros lo entenderían, libertad de expresión... ¿Ahora? Sí, ¡Ahora! ¡De inmediato, satisfagan mi necesidad! Tres horas más, tres horas menos... No veo la diferencia. La espera dicen, nos ayuda a apreciar mejor las cosas. Pero cada segundo que pasa siento que mi dignidad es absorbida por el monstruo implacable del Capitalismo. Pienso comprarme un kapo con el vuelto, por lo menos el servicio entregado por el vendedor ambulante es más humanitario. Lo único que me sigue motivando a estar acá es el orgullo. No descansaré hasta ver mi petitorio cumplido...

*Sirenas*

*Silencio...*

 Un año... pasará volando. Por lo menos mi conciencia está tranquila y luché por lo que era mío. Lástima que los derechos del consumidor ya no se respeten...

Historias de un Médico: Capítulo I

"Se demoraron media hora en llegar, o la suben rápido o yo mismo me encargaré de que no suban a nadie más".

Ese era un momento decisivo, no era para demorarse ni cinco segundos ¡Menos treinta minutos! Era para actuar rápido, no toleré demoras ni ineficacias, todo debía funcionar perfecto. Sin importarme los gritos de las túnicas blancas, comencé a actuar yo, revisé la presión, las heridas, si estaba consiente y los utensilios disponibles en la ambulancia, en ese momento me di cuenta de que los paramédicos no le prestaban atención al cuerpo, hablaban entre ellos y me dejaban hacer el trabajo, no pude hacer nada más que enfurecerme, pero me suprimí y seguí con mi deber.

Ese había sido un día estresante, yo sólo iba pasando por la calle cuando vi una multitud alrededor de algo que no se dejaba analizar bien, me acerqué, miré al suelo y vi a una mujer cercana a los 30 años, de cabellera oscura y piel morena, estaba con los ojos cerrados, volando en otro lugar. Unos metros más allá de donde estaba la fémina, había un camión rojo, grande, pero que, por lo que decía la gente del lugar, no venía tan rápido, lo que permitió que la mujer no muriera en el instante, esto me recordaba a un antiguo caso que había tenido, en los tiempos en que ejercía y no era un simple viejo despechado caminando por la calle.

Era un 17 de abril de 1995 cuando llego una mujer politraumatizada a urgencias y me pidieron a mí, que andaba por ahí sólo porque mi hijo estaba enfermo, que me ocupara de la paciente, porque Raúl, el doctor de turno, no había sido encontrado en el hospital. Yo ya suponía que andaba en sus aventuras con la enfermera jefa, una morena alta, de pelo largo y oscuro, nariz prominente y piel grasosa, a Raúl no le importaba la apariencia de las mujeres, sólo quería conseguir una cosa de ellas, incluso fue impresionante que sus escapadas con esa enfermera se prolongaran por tanto, pero bueno, por lo menos él no era casado ni tenía hijos, y siendo doctor conocía métodos ilegales para abortar, los cuales, más de una vez, usó. Raúl era mi mejor amigo y por eso nunca lo delate sobre sus romances, sus engaños, sus adicciones o sus problemas.

Lo conocí en la enseñanza media, en el Instituto Nacional, habíamos sido parte del escaso grupo que cambió sus preferencias al inglés por el francés, en los tiempos en que los cursos se reordenaban dos veces durante la estadía en ese colegio. Aunque me gustaba el inglés, mi sueño siempre fue vivir en París y poder visitar “La Tour Eiffel” las veces que quisiera, conocer a mi amor en Europa y hablar con cualquier persona que se me atravesara en la calle. Así lo hice, cuatro años después de titularme me fui a vivir a Francia, pero lo que sucedió no fue lo que quería, nada era como lo había soñado, las personas eran agrias, solitarias, egocéntricas e individualistas, no tarde más de seis meses en volver a Chile.

Fui tan rápido como pude al quirófano, ya se había atrasado mucho el trabajo y cuando llegué vi a la mujer con la cara roja y rota, el vientre ensangrentado y las piernas rotas… De seguro ya había perdido a su hijo. Todos estábamos serenos ante tales fracturas, quizás ese sentimiento de calma lo entregaba la experiencia, teníamos la capacidad de aislarnos de la situación, pensar en la persona sufriendo como un objeto, cual pan al que hay que abrir, poner la mortadela, untar la mantequilla y cerrarlo, un procedimiento rápido, eficiente, indoloro y que tiene buenos resultados… eso pensábamos, pero por dentro sentíamos un dolor inmenso, unas ganas de abrazar a esa señora y decirle que todo terminaría pronto, sin importar que eso no fuera así, sentíamos que había que darle esperanzas a esa persona, y así, si moría, por lo menos lo haría con el sentimiento de llegar a algo mejor.

Sentí tal conexión con esa afectada que casi sentía poder leer su mente… ¿En qué estaría pensando?

"Una mujer sale de una casa llorando, un hombre la sigue, se escuchan gritos, llantos, un bebé gritando, unas manos sosteniendo un estómago, un golpe de una mano recia y forzuda contra un rostro blanco y bien formado, la repetición de la escena anterior, por lo menos, diez veces, el hombre corriendo a la casa, la mujer levantándose, mirando con terror a su marido que había salido nuevamente de la construcción, ahora empuñando un cuchillo, el hombre corriendo como enajenado por algo q nadie conocía, la mujer girando lentamente y, a pesar de su estado, tratar de correr un poco hacia la calle, el hombre alcanzándola, tomándola por la espalda y clavando el metal ardiente en el vientre voluptuoso, y el cuerpo, que a toda velocidad, arrolló a los dos y los hizo volar por 10 metros".

La mujer murió… era lo más lógico y al mismo tiempo ilógico, alguien le quitó su vida, no sé ni nunca sabré si ese era el momento en el que tenía que morir, si alguna fuerza superior había elegido ese momento o fue solo capricho de su marido, no lo sé y he tratado hace mucho de averiguarlo y sólo he llegado a la conclusión de que sólo lo sabré en el momento de mi propia muerte, la que se avecina pronto.

Me despedí de mis compañeros de cirugía y fui a ver como estaba mi hijo, que fue por lo que realmente vine, cuando fui a la sala de espera, con ansias de preguntar a mi mujer, no la encontré, no encontré a mi mujer, encontré a una farsante, una impostora, una mala actriz, una mentirosa, mentirosa conmigo, con ella, con nuestros hijos y con todo el mundo… ¡Una puta! Una tal que se había metido con mi mejor amigo y estaba toqueteándose en la sala de espera. Sentí odio, terror… ¡horror! Y todo lo malo que se puede sentir, fue un golpe a mi vida y a mi honor, el cual, yo pensaba, no dominaba mi vida… hasta este momento, mas me decidí dejarlos seguir y retirarme del lugar.

En la ambulancia recordé todo esto y me sentí tan mal que cuando llegamos al hospital, dejé a la mujer en la entrada de urgencias y salí corriendo de ahí, corrí, corrí y no paré nunca, seguí hasta el infinito, con el único consuelo de que el Alzheimer no me dejará volver a pensar en esta situación, así como tampoco me dejará recordar todos los hechos que contaré de aquí en adelante, recuérdenlos bien porque sólo podré contarlos una vez y así me libraré de ellos hasta la muerte.

jueves, 7 de octubre de 2010

Analítico

No lo aguanto, no lo soporto, no me gusta, lo detesto, lo odio, me carga que traten de analizarme, que traten de entenderme sin hacerlo, que se crean mejor que el resto para interactuar conmigo, que crean que sus desiciones son más importantes que las de un perro, no aguanto que me pregunten que hacer, no soporto que no me conozcan y que, aún diciéndoselos, lo piensen y ¡Peor aún! que lo digan.

Déjense, aléjense, si no quieren entender ¡Púdranse! pues no soy ninguna máquina, ni ningún sujeto de experimentación, ¡Soy una persona! y por eso soy distinto a tí, por eso te odio, por eso no te aguanto, me cargas hasta creer que unos años lejos de ti serían comparables a la vida en el paraíso.

No trates de entenderme por tu lógica, que de seguro no podrás, ni siquiera sigas a los grandes que no son más que ególatras, pedantes, arrogantes que creen saber lo que el resto piensa o puede llegar a pensar, que se creen importantes por creer tener la capacidad de decir lo q el resto siente, pues aquí les va mi opinión; ¡Todos los complejos que le hacen ver al mundo no son nada más que para menguarlo y verse ustedes mismos como superiores! Paren por un momento, paren y sientan si es que son capaces, y dense cuenta que no soy igual a ustedes, percátense de que lo que me diferencia es que soy capaz de decir lo que tengo que decir en el momento correcto porque sé sentir, no como ustedes.

domingo, 3 de octubre de 2010

Solo

¿Su madre? está al otro lado de su vida, separada de él por los talleres de cada día. Primero gimnasia los lunes, miércoles y viernes; seguido por artes plásticas los martes y jueves. Los sábado tiene la junta semanal con sus amigas de toda la vida y los domingo va a visitar a su hermano que vive sólo desde que obtuvo su título de veterinario.

¿Padre? Por favor, ni lo menciones. Ya ha pasado mucho tiempo y el padre dejó de existir. ¿Pero está vivo? Seguramente, aunque no entiendo cual sería la diferencia entre vivo y muerto si él no lo puede ver. Lejos... Pero eso también da lo mismo, si aunque viviese al lado de su casa no lo podría reconocer como tal. La fila de los cigarros es muy larga, eso pensaba cuando chico. Tampoco encontraba, por más que escrutaba su memoria, algún vestigio del hábito de fumador de su padre antes del inicio de su inexistencia.

¿Hermanos? Sólo uno, veterinario. La mamá lo quiere más a él y todos los saben. Es tan obvio que no era ni necesario decirlo. Los tratos preferenciales y el afectuoso saludo que se dan cada vez que él los ve lo demuestra. Conversan horas de distintos temas: Política, internet, rotación de la tierra... Las posibilidades son infinitas porque, para ellos, todo es profundizable. Mientras, él se queda sentado en el living / comedor / cocina / dormitorio / sólo-le-falta-ser-baño del departamento. Claro, es de las pocas veces en que lo dejan ir para allá

¿Chispita? Prefiere su pelota de juguete. O acostarse en su cama o salir a trepar los tejados de las casas vecinas. El animal sólo lo utiliza, para lanzarle la pelota o ayudarlo a bajar de algún lado o darle la comida. Un simple instrumento, aunque eso es mejor que ser ignorado o sentirse sobra. Por lo menos le sirve a algún ser vivo, ahora no es inútil y los procesos químicos de obtención de energía que realiza su cuerpo no son en vano.

Es que... igual, toda la vida se ha preguntado lo mismo: "¿Si no sirvo, para qué estoy vivo?" Y yo personalmente creo que tiene razón. Todo el oxígeno, alimentos, medicamentos y cuidados que recibe podrían estar siéndole proporcionados a alguien que intenta descubrir la fórmula de la vida eterna o algún método de obtención de energía perpetua. O hasta la manera de revertir la entropía (Eso sin contar como podríamos salvar a los huemules). Personas mucho más importantes que un simple niño abandonado, sin padre ni madre ni hermano, ni un gato que lo quiera. Un estorbo para la sociedad que consume los pocos recursos que su hermano se gana salvando perritos y que su madre necesita para tonificarse y verse bien o recrearse. Un niño solo y sin amor.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

._.

-Mmm... No se, me caíste mal.
-¿Por qué?
-No sé... Tu manera de ser, eres muy... Impitrialoplaquista
-¿Impitrialoplaquista?
-Exacto, me cae mal ese tipo de gente
-Ah... ¿Pero podemos seguir siendo amigos?
-No creo, a no ser... Préstame tu celular para jugar un rato mientras lo medito.
-Ya, toma
-*Piu*piu*piu*
-...
-*piu*piu...*
-...
-*piu...* ¿Sigues acá?
-Sipos, espero tu respuesta...
-¿De qué?
-De si podemos seguir siendo amigos o no
-Ah, cierto. No lo creo, mañana seguimos hablando, ¡adios!
-Adios... Hey! Mi celular!
-*piu*piu*

...

Me encontré tendido en la cama, y mi hamster no hacía nada más que mirarme. Me dan miedo los hamsters, pensé. Me dan miedo porque sus dientes son grandes y muerden y no sé por que me compré uno en un principio. Que le gusten a la Feña no significa que me gusten a mí. Me levanté para poder ver mejor mi alrededor. Encontré en la silla mis pantalones y mi chaqueta. Me vestí rápidamente y fui al centro a comprarle un regalo, un regalo, un regaloooo...

La Crisis de Papel de Regalo que había azotado al país hacia unas semanas me hizo complicado conseguir el preciado papel envoltorio. Recorrí horas y horas buscando paqueterias, pero todas estaban colapsadas. Hasta que descubrí que si dibujaba algo lindo en un papel Craft iba a obtener resultados similares. Me acuerdo que Buda forraba sus cuadernos del colegio con ese papel y decia que se veian flaites xD pero no era tan así, la llevaba.

Y así compre el envoltorio y fui feliz.

lunes, 30 de agosto de 2010

Subli(ma)ción

*Estaba yo sentado, meditando acerca del infortunio y la desgracia, cuando de pronto, tuve que
descubrir que la vida no era tan sencilla como lo pensé, había pasado diez años de mi vida en
un estado de semiinconsciencia, viendo pasar mi vida como un huracán a máxima velocidad,
ataviado de grandes esferas grises, que le daban un aspecto tétrico y la vez invitador, los que
reunían en mi interior una serie de contradicciones que, sinceramente, no me importaban
desde hacía bastante tiempo, y a pesar de que muchos intentaban hacerme cambiar de
opinión, yo seguía férreamente fiel a mis principios.

A través de mi vida he visto muchas cosas, algunas me han hecho cambiar de parecer, pero
todas siempre han tenido un punto en común; las he presenciado yo, y solo yo,
insistentemente he decidido pasar solo la mayor parte de mi vida, actuando con una
negligencia premeditada muchas veces, lo que ha desembocado en un odio incipiente de la
aristocracia local, aun así, me gusta como soy.
(sela)

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Cuando? (Texto automotivacional)

¿Cuando perdí aquello que tanto anhele tener pero consideré nunca haber poseido? La posesión es un tema subjetivo, motivado por las bases del sistema neoliberal. El temor a expresarme había encadenado mi ser. ¿Temor a qué? ¿Fracaso, vergüenza, nostalgia, experiencia? ¿Compromiso, falacia, conspiración, a lo efímero? Puros términos que en verdad siempre he visto en la sociedad, y que suelo acuñar a mi entorno, pero... ¿En verdad los veo acá?

¿Cuando dejé de cuestionarme? ¿Cuándo empecé a pensar que la explicación racional era siempre la más correcta? ¿Cuándo perdí la motivación? Y no sólo cuando... ¿Por qué? La rutina es enemiga del humano, una rutina, unos días comandados sólo por la posición del Astro Rey sobre nuestra atmósfera. El Cielo nos manda, seamos Creyentes o no. Nuestra vida gira en torno al sol, literal y no literalmente.

¿Cuándo comencé a creer que todo ya estaba inventado? Son las ideas, que flotan, suben y bajan en el mar de la imaginación, esperando a ser pescadas por inventores, creadores, gente que piensa más allá de las fronteras y no se deja limitar por lo establecido por personas de tiempos pasados. No porque haya funcionado toda una eternidad tiene por qué seguir funcionando hoy, hay que experimentar, volver a intentar, encontrar soluciones más extrañas a problemas comunes... divertirse.

¿Cuándo fue que comencé a considerar al hombre como una máquina, nada más? Nacer, crecer, reproducirse... Morir, un final para cada uno (Menos para Cristo, dicen algunos...), Lo que más buscamos como hombres modernos es el legado, la tercera vida, el existir en la mente de los demás... Algunos admiten buscar la fama, otros el bien común... Hombre al servicio del Hombre,de la naturaleza, de la vida, de darle la mano de vuelta por todo lo que se nos ha dado...

Vida, amigos, amor, sociedad, confianza, diversión... pero también muerte, enemigos, odio, aislamiento, traición, aburrimiento... Más, menos, da igual... No es cosa de ganar o perder, sino de vivir :B

La perra de tu hermana (de Simón Labarca)

Vomite tantas palabras que me hecharon de la corte. Fui a parar al tendedero del juez, escondido tras una sábana blanca, para que este no me viera. Mi plan era consiso y certero, robar a su mascota, el señor Cerdo.
Pero noté que su esposa no estaba, así que no cumplí mi objetivo. De todos modos, fui feliz, al imaginarme como los cerdos eran alimentados tras ese cerco de estiércol.


(Por Simón Labarca)

Esto no tiene título (Camilo Flores)

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que cruzamos las miradas empezando aquel ritual que antaño fue tan sagrado como sacrificar tu alma hacia la luna?, ¿Cuándo dejamos de añorar el suspiro desesperado de la brisa al golpear nuestros rostros en pleno apogeo de una tormenta?, ¿Hemos sido tan insignificantes como para seguir permaneciendo en la sombra, o hemos hallado bajo el cobijo de un ente superior la razón superior (y muchas veces errónea) de nuestra existencia como seres que traspasan el nivel espiritual promedio?
Podríamos mirarnos por horas y no veríamos más que espejos que  reflejan lo que nosotros creamos, lo que nosotros destruimos, y aun así, no hallaríamos la respuesta que buscamos.
¿Morirías por mí?

(de Camilo Flores)

La Furia

Su hija acababa de graduarse, su esposa estaba terminando la carrera Gastronómica que tanto soñó, su papá era feliz con su mamá viviendo en una comoda casa en Las Condes. Erasmo simplemente no podía permitir que su jefe, Don Braulio Cortés Barra, arrebatara tan vilmente su puesto de telepublicidad. La excitación que le provocó la pérdida de su empleo, sumada con la furia acumulada hacía años del mal trato recibido por el señor Braulio gatillaron, junto con otros 2 factores más, el resultado de esta triste historia. Braulio fue encontrado muerto dos días después del despido, encima de la mesa de Erasmo, con unos 2 cortes profundos cerca al corazón. Erasmo era inocente, fue su furia la que se escapó de su ser, la que entró a la oficina del jefe de su dueño y lo ahorcó con el cable del teléfono, pensando que seguramente la última impresión de Braulio sobre si mismo fue la de idiotez, por no haber cambiado los antiguos teléfonos del trabajo por inalámbricos. La furia se desvaneció después de cometer el crimen, o tal vez murió porque no pudo soportar el cargo de conciencia que se produce al matar a un hombre.

Aun en conocimiento de este extraño suceso, la Justicia declara a Erasmo culpable de Homicidio en Primer Grado (Aunque Erasmo argumentaba haber llegado hasta cuarto medio). Fue recluido por 25 años en una oscura celda en Colina II. Su compañero de celda, era sorpresivamente la Furia, encarnada ahora en un hombre bajo con gafas gruesas de nombre José Miguel, cuyo origen terrestre nadie conocía.

José y Erasmo se hicieron muy amigos, y cada día que pasaba José se hacía más chico y Erasmo más grande. Así fueron metamorfoseándose hasta que Jose Miguel desapareció y Erasmo midió 2 metros 24 centímetros. Los guardias notaron la desaparición de José e interrogaron a Erasmo para saber qué había hecho con él. Sin lograr encontrar el cuerpo del antaño compañero de celda, catalogaron a Erasmo de asesino en serie por la desaparición inculpada del pequeño ciego. Fue condenado a la Silla Eléctrica (Pena que había desaparecido en nuestro país hasta la llegada del actual Presidente, que la consideró como completamente humana.)

Antes de morir, y ya en la silla eléctrica, Erasmo deseó nunca haber nacido. La furia, que ahora estaba en él y seguramente por el paso del tiempo había recuperado sus poderes sobrenaturales, lo transformó en una araña para que pudiese escapar con facilidad. Erasmo iba hacia la puerta cuando es atacado por el poder continuo de Tanax, que actúa aún despues de semanas de su aplicación. Erasmo muere sin conocer a su asesino, aunque en realidad si lo conocía, ya que La furia, cuando era José miguel, estaba condenada a la limpieza de las celdas y la exterminación de plagas.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Un cuarto de cuatro por cuatro

Despertador. Siete de la mañana, nuevo día, la luz del sol entra por la ventana... Mentira, sólo había olvidado apagar mi lámpara. Las botellas de sprite alrededor de ésta le daba a la luz un color raro, pero bonito. Ésta había sido una de las pocas veces que me gustaba mi desorden. Me dirigí a la ducha y no salí de esta hasta las 7:20. Comer pizza de desayuno era algo que había hecho muy pocas veces, y me gustaba aprovecharlo. Por lo que noté, Gabriel y Bernardo ya se habían ido, sin olvidar llevarse por lo menos la mitad de lo que quedaba de tan suculento pero frío alimento italiano. Adolfo el gato había dormido encima de la pizza que quedaba pero no me importó, hay momentos en los que creo que él es más limpio que yo. Entre toda la mugre que había en mi casa, decidí intentar recordar que había pasado entre estas 4 paredes el día anterior, información que mi sobredosis de azúcar impedía que recordara.

¿Domingo? Revisé mi celular y lo comprobé. Siete llamadas perdidas de Carolina, mi hermana mayor. Seguramente preocupada de que papá y mamá no estén por un viaje de negocios y la casa haya quedado a cargo mío, ya que ella está de internada en una universidad de la capital. Un poco de brisa matutina entró por la ventana que Adolfo abrió con una de sus patas. ayudó a que me despabilara un poco más.

De la nada, la puerta se abrió y sólo me permitió ver nada. Una profundidad, oscura como boca de lobo, empezó a absorber todo lo que podía ver. El primer afectado fue Adolfo, al cual la gravedad del agujero negro ubicado al otro lado de la puerta lo consumió en sólo segundos. Aterrorizado, me aferré firmemente al catre, que por razones desconocidas no se movía.

Los cuadros, las sillas, la mesa... Todo empezó a moverse por difusión simple hacia la puerta de entrada de mi habitación. siendo tragado y expulsado a un vacío inmenso.  Sólo quedábamos en la habitación parte de mi cama y yo. Temblando de miedo le entregué lo que queria: Mi celular con el video vergonzoso de Gabriel y Bernardo, ebrios de tanta pizza (En serio, esto pasa, experiencia propia), cantando ridiculamente viejas canciones de Jardín de niños. El torbellino oscuro se tranquilizó y cerró la puerta cuidadosamente, diciendo antes de salir: "Si esto vuelve a pasar no te irá tan bien como ahora...". Lo gritó en una habitación vacía, sin sillas, sin mesas, sin colchón y sin gato...

lunes, 16 de agosto de 2010

Aunque tenga que comer pólvora

Ya están aquí… los siento… los veo, pero no los veo… están… se acercan, no me engañan… ¡se acercan! ¡Ayuda! ¡Ayuda! Se acercan, vienen corriendo, están llegando, están en todos lados y son de todos lados… ¡¡Tú!! Tú los has enviado, tú enviaste a esos sicarios… me vigilan, saben lo que hago, como, lo que respiro y lo que escribo… saben que firmo mis historias con mi nombre… Simón Labarca, ¡Lo saben! No puedo disimular lo que escucho, lo que veo… ¡Dios, llévame! ¡Dios, no me lleves! ¡Quiero morir!... ¡No! No me llevarán hoy, no los dejaré… caminaré por el Estigia, tocando su tierra inexistente, con el pecho al aire y las manos abiertas, antes de dejarlos llevarme.

¿Nicholas? ¿Nicholas? ¿Open your eyes Nicholas? ¡En inglés! Si, claro, yo, como un imbécil, creyendo que en inglés no entenderían nada, pero lo saben todo… ¡¡¡Todo!!! Nadie entiende lo que es “Todo”, pues “Todo” es todo, ellos lo saben ¡Todo!... Están entrando para destruirme, saben todo lo que yo sé, y también lo que no sé… son los enemigos perfectos… ¡Los corsarios de la perdición han llegado hoy a mi puerta!... Rompen las cerraduras con sus ganchos, pero no, no me llevarán hoy, los destruiré, aunque tenga que tragar pólvora… … … Son nueve, cada uno con nueve armas y cada arma con nueve balas, nueve manchas de sangre que parecen vino derramado por casualidad, pero… la copa rota no está en ningún lugar… esconden el desastre, quieren engañarme, pero ¡¡NO!! No los dejaré, no lograrán atormentarme, aunque tenga que tragar pólvora… No lo lograrán… ¡No!... Aunque tenga que tragar pólvora.



CUENTO ORIGINAL POR SIMÓN LABARCA
ADAPTACIÓN POR DIEGO BECERRA

jueves, 12 de agosto de 2010

Una esperanza quizás visionaria.

¿Serviria pelear por avaros?
No serviría rezar por tacaños,
ni buscar un Dios que cubra
sus actos para que no se pudra.

Buscar por gente justa;
quizá alguien se luzca,
pero por ello no dejará de existir
todo la gente vil.

Que espero sea sólo un puñado,
y aunque nadie lo ha negado,
la buena puede ser mala
y también la mala puede reforzar la cala.

Y aún espero que vuelva a vivir
la rosa que fácil se llega a podrir,
la rosa de los antiguos tiempos
que con el paso de los años, pierde talento

Los pétalos de la bondad,
del amor, misericordia y lealtad
que muy fácil se caen
de lo que se aferran cuando nacen

La bondad que se degusta,
la que a todo el mundo le gusta,
pero sólo los que bien ubicados están
son realmente capaces de deleitar

El amor del verano naciente,
del joven y sincero creyente,
pero sin importar que a ningún dios sea afín
sólo que su dulce corazón no tenga hollín.

Pulcra y honoraria misericordia,
don que a sus poseedores honra,
vuelve al colorido cuerpo erguido
y corre por las venas provocando los latidos.

Leal a la raza y al cegamiento,
esta raza de la cual pienso
que de su perdición se puede salvar,
ya que nadie pasa tantos años para naufragar.

Ninguna verdad de ningún tipo presento,
sólo mi dulce, joven y turbio pensamiento
al cual nunca espero atrás solo dejar
porque junto a este cuerpo me ayuda a parar.

sábado, 7 de agosto de 2010

Eduardo (Coincidencia de nombre xD)

Eduardo no estaba loco, al contrario, sentía que podía ver cosas que

los demás no podían ver. En realidad se llamaba Alberto pero el nombre

Eduardo le daba cierto aire de... Persona con un nombre distinto.



Él tenía un gato que sólo hablaba con él. Se llamaba Gato y sacó la

idea de la película de Shrek. De hecho él pensó en llamarse "Humano"

pero no estaba seguro si lo era. Así que le preguntó a su mamá:



-Mamá, ¿Soy humano? - Le dijo a su madre Gabriela, con una cara de

inocencia que ningún otro adulto de 30 años podría tener.



-No sé, no me imagino a otro humano de tu edad viviendo aún en la casa

de su mamá, sin intenciones de trabajar o de ayudar con algo en la

casa...



Desde ese día no volvió a pensar en eso.



Su vecina, Carolina, tenía 28 años. Era enfermera en un hogar de

ancianos. Eduardo anhelaba tener 35 años más para poder ser atendido

por ella. En realidad le gustaba mucho, pero 5 años atrás ella se había

casado con su hermano, Gregorio. Un camionero de la ciudad encargado de

llevar fruta al sector. Era una persona sana pero había nacido con una

pequeña deficiencia al corazón que para Eduardo sólo significaba no

poder ir a Fantasilandia con su querido hermano cuando chico. Eduardo

fue el padríno del vástago homónimo de la relación entre su hermano y

su amada. y el Pequeño Eduardo era generalmente cuidado por su tío

tocayo. En realidad no, Gabriela lo hacía todo y Los 2 Lalos se

quedaban a ver Los Simpson en el 13.



A Eduardo le gustaba andar en bicicleta, en especial bajar pendientes

con las cadenas sueltas. Una vez casi lo atropella un camión de fruta,

pero por suerte el conductor sufrió de un paro cardiaco por el susto

que el irresponsable ciclista le dio al aparecer de la nada. La cabeza

del dueño del camión ayudó a girar el manubrio a la derecha,

destruyendo sólo un hogar de ancianos y atropellando a un gato, nada importante.



La siguiente semana fue muy movida para Eduardo. Por un lado tuvo que ir al

funeral de su hermano y al día siguiente al sepelio de su amada

Carolina. Y por el otro lado no supo que hacer con toda la comida para

gato que había comprado para Gato. Ahora está en el Registro Civil

haciendo los papeles para quedar a la tuición de su ahijado, aunque hasta él sabe

que Gabriela terminará cuidándolo completamente. Bueh, se pierde un hermano y se

gana otro... Acá también está el principio del Equilibrio Universal :-).

martes, 13 de julio de 2010

Ajedrez

La partida había comenzado... Con la experiencia aprendí que no es bueno mover el peón 2 posiciones en el primer turno, así que sólo la saludé.

Me contestó con algo similar... Por lo menos hasta ahora suelo recibir esa respuesta.

¿Saco la reina? Ya lo he hecho, pero mi oponente suele irse desconcertada y no vuelve a jugar. Así que muevo otro peón. Convesamos un rato

Ella mueve uno de los peones de los extremos, parece que le gusta hablar conmigo.

Me arriesgo. Muevo el peon central 2 espacios, hablamos después de clases

Ella no toca mi peón, pero sí realiza la misma movida que yo. Conversamos un rato el fin de semana por internet.

Muevo el alfil hasta el final. La invito al cine.

Mueve la torre en señal de amenaza. "No puedo, tengo que estudiar, sorry :)"

Retrocedo el alfil, pero en un arrebato de emociones, después de que ella retrocediese la torre, muevo la reina. Indiferencia.

Se va a la defensiva, conoce mi estrategia, y con esto también conozco la suya.  Agrupa sus piezas fuertes alrededor del peon. Respuestas monosílabas, se pierde la intención comunicativa.

Me voy con todo, cansado de intentar predecir sus movimientos. Jaque. pero no por mucho, perdí todas mis piezas en un juego que dí por perdido hace rato. Alejamiento...

-"No vuelvo a jugar contigo ajedrez, eres muy tramposa"- Le dije
-"Nah, sólo soy mejor que tu... Picado!"- Respondió

Desde ese día que no le hablo... Por orgullo, por decisión propia, porque no me gusta perder...

Chaos

Las camillas nunca me gustaron, esos lugares no eran para mí, no aguantaba ver sangre, ni sentir el olor de hospital, ni ver a la gente sufriendo, siempre trataba de no enfermare para no ir a un hospital, de ser saludable para evitar quirófanos, quizás ese temor y repulsión fue lo que me hizo caer en una de ellas.

Eran las 10.30 de la noche y habíamos terminado de comer en Il Nono Antonino, un restaurant de la familia, mi esposa estaba al frente mío con una copa de champagne y nuestro hijo de 13 años estaba en la casa, habíamos contratado una niñera para que no tuviera problemas.

Pedí la cuenta, pagamos y nos estabamos parando del asiento cundo mi esposa se volvió a sentar, tomándose la cabeza con las manos, le pregunté que le sucedía y ella dijo que sólo era un mareo, esperamos unos segundos, se paró y nos dispusimos a salir del local, en medio del pasillo, mi esposa, se desmoronó completamente, cayó muy rápido y el golpe produjo un sonido que al oír, dolía. Gritaba, la gente se paró pero nadie se movió de sus puestos, el mesero llamó una ambulancia.

Mi esposa había muerto, un aneurisma cerebral desencadenó en un derrame que hizo constante el sonido del quirófano.

Mi hijo nunca me perdonó robarle a su madre, él pensaba que por mi culpa ÉL no la pudo ver más. Para mi mala suerte, ese día mi hijo quería ir con nosotros y no lo dejé, yo quería algo privado, con mi esposa no salíamos hace 13 años, desde el nacimiento de mi primogénito.

El desgarro de mi alma nunca sanó, y nunca sanará, quizás yo no quiero que sane, es lo único que me mantiene unido a una vida mortal, pero loca, mi esposa había muerto, mi hijo no me hablaba, el negocio familiar quebró, y ahora ese restaurant es un pub de mala clase, mis padres murieron pronto, mi condición mental no me dejó seguir trabajando, y me tuve que limitar a una pequeña pieza en un edificio capitalino. Decidí suicidarme, pero mi cobardía nunca me dejó... mi pistola yace en mi mano derecha... no sé si hoy seré capaz de terminar todo, o de vivir otros 20 años más.

... Miraba a mi padre, me daba pena su situación, él no sabía que había un mundo afuera, por lo menos yo sabía que el existía, aunque no supiera que yo estaba, aunque no supiera que el mundo aún existía, yo SÉ que él está aún aquí, sólo que me da pena verlo sólo, en una habitación blanca, aferrado a una pistola de juguete.

sábado, 10 de julio de 2010

Ùrsula (Nadie se llama así y no habrá problemas con los nombres xD)

Sus ojos... No se, creo que azules... sí, azules. Esos ojos no me miraban, lamentablemente. En realidad no miraban a nadie porque ella era ciega. ¿Como podía un ángel de dorados cabellos, de un semblante perfecto y curvas proporcionales, tener un defecto genético tan mal ganado? Desde chico quise convertirme en oculista sólo para encontrar una cura a su desgraciada enfermedad.

Nos conocimos de pequeños. Úrsula era la hija del mejor amigo de mi papá y crecimos casi como hermanos, pero sabiendo que no lo éramos. Alejandra tuvo sus otros 4 sentidos tan sobredesarrollados que era difícil imaginarse que era ciega. Inteligente, la mejor alumna de la pequeña escuelita a la que solíamos asistir en nuestra niñez. Sólo sé que estuve enamorado de ella desde que tengo noción de mi existencia.

Le expresé todos mis sentimientos después de la Gira de Estudios que realizamos en Tercero Medio. Ella sabía que iba a suceder, así como todo el salón. Ella fue a su habitación y no la volví a ver más.

Creo que fue coincidencia la pelea que tuvieron mi papá y el papá de ella. También el hecho de que al día siguiente de llegar se hayan cambiado de casa a un lugar lejos de acá. Al igual que su cambio de celular, correo, msn y Facebook. Por lo menos eso creo firmemente yo

Sigo destrozado por no saber lo que ella sentía. Mis amigos me dicen que se alegró al haberme escuchado, pero que su invalidez le obligaba a no aceptar. También dicen que siempre me consideró como un hermano y por sólo eso era imposible... cosa que dudo mucho.

El punto es que la fui a buscar a Concepción el sábado pasado. La encontré sin problemas a la vista, como por de milagro, y casada con un oftalmólogo de la Universidad Católica. Hablamos de OVNIS y de eclipses solares y quedamos en salir ellos dos conmigo y mi esposa, una actriz conocida por su aparición en el último reality, el día de mañana.

sábado, 26 de junio de 2010

Sentencia a la soledad por amor

Y se mecía en su silla, mirando la nada de su casa solitaria, pequeña, de madera, pero que acogió sus siete hijos, y que encarcela un luctuoso hecho que vaga por los recónditos lugares de todas las habitaciones, y mantiene encerrado al hombre de la silla.

La casa se llenó de pena cuando su hijo mayor tenía 12 años, y el menor cerca de 10 minutos, su esposa había muerto, problemas en el parto que, en ese tiempo, no se podían solucionar tan fácilmente, su único amor se había ido, y él lo tuvo que entender muy rápido, sus hijos necesitaban a alguien, y siempre pensó que hizo lo correcto, incluso ahora cuando seguía meciéndose y esperando, y esperando y recordando, recordando la última conversación con ella, la cual le dio fuerza para seguir con sus hijos, pero que también lo mató y condenó toda la vida en esa prisión urbana pequeña y de madera:

- Te amo, y quiero que cuides a nuestros hijos

- ¿Qué dices?, los cuidaremos juntos ¡Dijimos que para toda la vida!

- Pero a mi ya no me queda vida

- A mi sí, no puedo seguir sin ti, amor, si te vas se va mi vida y moriré

- Sé que soy una maldita al irme antes y dejarte sufriendo, pero aún así, no puedo combatir

- Por favor… no

- Nunca le digas a mis hijos que morí, diles que me fui lejos, que no los quise cuidar, prefiero que odien a una madre falsa a que amen a una muerta, y… prométeme algo

- ¿Qué cosa?

- Yo… te estaré esperando y quiero que tú también esperes el día en el cual nos juntemos y seamos dos ángeles, promételo… prométeme que yo seré la única mujer de tu vida desde ahora a la eternidad

- Te lo prometo

- … Te amo… mucho… … …

- … (silencio… biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip… silencio… llanto)… yo también te amo mucho

miércoles, 23 de junio de 2010

NOmbre

Mi mente estaba fija en su inicial. Más que cariño era un profundo amor. No por su persona, sino por su nombre. El sonido de éste al ser emitido por mis cuerdas vocales traía a mi mente un delicado sentimiento de alegría y felicidad. Seguido por coraje, valor y pasión. Con sólo pronunciar esa palabra me sentía en las nubes, siendo abanicado por el mismísimo Zeus.

El problema vino cuando ella me dijo que se iba a cambiar el nombre. Que lo encontraba muy "de abuelita". Fue ahí cuando mi cólera aumentó a niveles nunca antes vistos. No me quedó otra que encerrarla hasta que se arrepintiese de sus intenciones.

No podía comprender como a ella no le causaba la misma sensación que a mi cada vez que la llamaban. Me dediqué a cuestionarla por días completos a causa de su precario estado mental que no apreciaba los tonos y sabores de su acaramelado apodo. Como mis papilas gustativas se erizaban, mis oídos se recogían y mi piel recibía un pequeño shock eléctrico (sinapsis, pensaba yo.). Terminó dandose por vencida y resignándose a su antiguo deseo de cambiar lo que su madre (gracias a Dios) le había dado con tanto cariño.

Terminamos casándonos y teniendo una bella niña. Le pusimos María por mi madre.

Sueño

Se aburríó de la lluvia. Se aburrió de estudiar y de esperar a que su padre llegaran de la reunión con el certificado de notas. Se aburrió de saber que repetiría por segunda vez el año. Se aburrió de cambiar a cada rato de compañeros, y que estos, siendo menores que él, se burlaran de sus notas. Se aburrió de ponerle empeño a las pruebas porque siempre quedaba en blanco al momento de contestarlas y el estudio quedaba en nada. Se aburrió de ser tímido, feo e ignorado por los mayores. Se aburrió de su adicción a la pasta base y de los métodos para conseguir plata para comprarla. Se aburrió de que su madre estuviese muerta por un agresor desconocido y saber quién fue, pero no poder decir nada bajo amenaza de muerte. Se aburrió de ocultar el secreto de su hermana embarazada. Se aburrió de faltar a clases. Se aburrió de intentar ser mejor en un mundo que le obligaba a ser como era. Se aburrió de arrepentirse cada vez que sólo le faltaba introducir en su boca las 100 pastillas para dormir que había depositado en su mano previamente. Se aburrió de no poder saltar el puente por miedo a dejar sin alimento a su hija de 5 meses. Se aburrió de la culpa, el remordimiento y de su existencia.

Salió al patio y tomó un poco de aire. Volvió y dio vuelta a la página de la guía que estaba leyendo.

sábado, 19 de junio de 2010

Valentina

- Está listo – dijo su madre

Esteban escuchó, se paró de su cama, apago la televisión, el monitor de su computador y se sentó en la cama de nuevo, mirando por la ventana, por la cual se veía la casa de su vecina, Valentina, quien él decía que era su amor, quien él creía que lo volvía loco, que cada vez que la miraba su mente volaba y cambiaba, de ese chico perno, freak, antisocial y tímido, a un joven energético, extrovertido, amador, entretenido y confiado. De pronto vio que Valentina le hacía señas, un escalofrío le recorrió el cuerpo completamente… se había dado cuenta de que él la observaba siempre que podía, excepto en situaciones privadas, Esteban era un joven respetuoso. Los nervios se fueron cuando se dio cuenta de que las señas eran para que Esteban bajará y saliera a hablar con ella, Esteban, a pesar de haberse imaginado mil veces antes de dormir como sería hablar con ella, y que haría, como tomaría su cabeza, como la saludaría y como se drogaría con mirarla a sus ojos, estaba nervioso, tenía miedo de bajar, quiso pensar que se equivocaba en interpretar lo que Valentina le quería decir, hasta que vio un papel, un mensaje que decía “Te quiero decir algo importante :$”. Vio salir a Valentina de escena y el bajo del segundo piso, en cada escalón aumentaba su temor a hablarle, era un temor idiota, no sabía los fundamentos del temor, pero al mismo tiempo le gustaba, la situación era exactamente como él la había imaginado, y a Esteban le gustaba.

Valentina estaba al frente de él, se acercó lentamente, él hizo lo mismo, Valentina lo miraba fijamente, en su interior sentía lo nerviosa que estaba, y Esteban sabía lo que Valentina sentía, era su vida perfecta, Esteban sentía la conexión sólo con verla, sin importar que no se hayan visto muchas veces, él sabía que ella era la indicada, sabía que ella debía ser su alcohol, su cocaína y sus sueños. Sus caras ya estaban cerca una de la otra, sus ojos se miraban intensamente, sus miradas cambiaban entre las sendas pupilas y bocas, sus narices se tocaron, sus cabezas se movieron, Esteban ni siquiera sabía cómo entendía la forma de seguir la acción.

- ¿Qué me tenías que decir?
- Decir ya nada


Esteban tomó la cabeza de Valentina, acercaron sus narices y el joven le movió el pelo de la oreja de Valentina, algo que él siempre había soñado, las manos de la mujer se acercaron a los hombros de Esteban y lo zamarrearon con mucha fuerza, Esteban no sabía que pasaba, no sabía cómo reaccionar, abrió los ojos y ahí estaba su televisor prendido y su madre con su mano en el hombro de su hijo.

- Se enfría la comida
- Ya voy – atinó a responder nerviosamente.


Esteban se paró de su cama fue a su puerta, apagó la luz, miró por la ventana y vio a Valentina en su casa, en su pieza, sentada, chateando.


DEDICADO ESPECIALMENTE A UNA JOVEN QUE ME CAE MUY BIEN Y QUE ME DIJO QUE SIGUIERA ESCRIBIENDO, GRACIAS VALE =).

PS: EL CUENTO ES SÓLO FICCIÓN, CUALQUIER RELACIÓN, DE NOMBRE ESPECÍFICAMENTE, CON LA REALIDAD ES SÓLO COINCIDENCIA xDDDD.

domingo, 16 de mayo de 2010

El Gato Magnético

Yochiko es un gato que vive en la ciudad de Tokio, Japón, y que tiene la capacidad de atraer y repeler elementos metálicos. Su habilidad como superhéroe en contra de los grandes robot malignos de los nipones se ha visto últimamente opacada por otros trabajadores en el mismo rubro, así que últimamente se ha dedicado a encontrar llaves perdidas o monedas de 100 yenes. El otro día recibió un llamado del Presidente Japonés, pidiéndole que polarice un destornillador para poder recoger los tornillos de sus juguetes con mayor facilidad, pero Yochiko estaba cansado y sólo quería dormir. Así que se acostó en su cama (De madera, obviamente) y no volvió a despertar.

viernes, 14 de mayo de 2010

Hipotermia

Hace frío...

Hace frío y me pongo la bufanda... Mejor no porque no podré sentir tu cara cuando me saludes... 
Hace frío y camino al paradero, la micro pasa generalmente a las 3:30...
Hace frío y para tratar de calmarlo me compro un café en el paradero...
Hace frío y procuro comprar el mas barato para que me alcance el dinero para las rosas que pienso darte hoy, rosas mojadas porque...


...llueve...

...llueve y no estás ahí, te he estado esperando toda la tarde...

..llueve y hace frío, pero el calor de tu cuerpo cuando llegues lo compensará todo...

...llueve y se escuchan las gotas cayendo, una a una, sobre el duro suelo de asfalto de una antigua calle del centro...
...llueve y escogí esa calle para que tus zapatos no se ensucien con tierra de parque, mojada por una nube que...

...truena...


...truena y muy fuerte, pero eso no me distrae de mis pensamientos,  no me distrae de tí...

...truena y parece que el cielo se cae, pero sé que tu quieres verme tanto como yo te quiero ver...

...truena y la calle está vacía, en realidad no porque sé que estás en ella, lejos de mi vista pero cerca de mi corazón...

...truena y mi pulso se acelera en medio de la nada, de la penumbra, del silencio...

...de la oscuridad...

...de la oscuridad y tus recuerdos...
...de la oscuridad y todos los motivos que me motivaron a esperarte todo el día...
...de la oscuridad y tu belleza, tu personalidad, tu forma de ser, tu... todo!...
...de la oscuridad y de mi alma, cálida, seca, silenciosa y luminosa como el Sol.

viernes, 7 de mayo de 2010

La Rosa Roja

Veo esta rosa café, ya caída, ida con el tiempo, asolada por el paso de los días y falta de nutrientes… ¡Ah! Aún recuerdo cuando sólo era un botón, sólo un pequeño punto, pero de un color muy intenso… rojo, un rojo muy fuerte, apasionado y aguerrido, sabía que sería una rosa intensa, grande y que me gustaría, sólo con verla, se notaba de lejos lo que pasaría. Y así fue, la rosa floreció rápidamente, me encantó como lo hizo, a veces rápido, otras lentas, pero siempre sorprendente, feliz… una gran felicidad, nada me hizo más feliz que ver florecer la rosa, verla crecer, sentir su aroma, su esencia, sus raíces y su futuro… ¡Dios!, creí que esta rosa sólo tenía deparado crecer, seguir floreciendo sin fin, hasta la eternidad, y que su color se haría más intenso, más intenso aún que los colores existentes, pero ahora me siento como un tonto, un ingenuo, un timado por la vida, un engañado por el destino y un traicionado por el mismo amor, sólo soy un inexperto llorando y sufriendo a causa de mi propia felicidad, la rosa que un día fue bella al otro se pigmentó de un descolorido rosa, al siguiente, de un color muerto, al siguiente, ya el tallo se doblaba, y el siguiente a ese es hoy, el día en que miro la rosa, y veo su ido esplendor con melancolía, no hago más que llorar porque sé que con ella se ha ido mi vida.

Entretenimiento Ruso

-Era una noche de invierno...
-Nopos! es verano... así no llueve y la gente no se moja ni sufre por el frío.
-Bueno, era verano... Yo estaba leyendo...
-¡Jugando videojuegos!
-Es que no estaba haciendo eso...
-Igual, ¡Dilooo!
-Está bien... Yo jugaba videojuegos cuando tocaron la puerta. Al abrir tuve un mal presentimiento, el cual se confirmó al ver a mi...
-Perro tortuga gigante!
-Ehm... ya, perro tortuga gigante... El perro se acercó a mi...
-¡No es un perro! ¡Es un perro tortuga gigante!
-Perdón... El perro tortuga gigante se acerco y...
-¡Y se comió tus cejas!
-No voy a decir eso...
-¡Entonces te pidió pololeo!
-Pero Qué??? Ehm... ya, me pidió pololeo... Aun así le dije que...
-¡Le dijiste que sí!
-¡No le voy a decir que sí! ¡Es un perro masculino!
-Iguaaaal... te gustan los perros, no?
-Sí, pero no para pololear con uno...
-Aaah... bueno, le dijiste que no... ¿Que paso entonces? ¡Deja de detenerte a cada rato!
-¡Aaargh! Ya, le dije que no y el perro se fue...
-El perro estaba triste?
-Ehm... yo creo, si dices que me pidio pololeo y le dije que no...
-Aaah... ¿Y por que le dijiste que no si sabias que estaría triste?
-¡No me gustan los perros de esa forma!
-¿Como sabes?
-No voy a contestar eso... Ya, para de interrumpir...
-¡Pero sigue el cuento! ¿Que paso entonces?
-Seguí leyendo...
-¿No jugabas videojuegos?
-Cierto, entonces, seguí jugando videojuegos.
-¿Qué jugabas?
-Ehm... Tetris...
-Ah, que fome... me voy, no sabes contar historias...

martes, 4 de mayo de 2010

Ya estaba todo planificado, las cosas preparadas, mi bolso con los artilugios adentro, cubiertos de papel de aluminio para que ningún detector pudiera dar sospecha alguna, pero sobretodo me encontraba dispuesto a hacerlo.
Era Junio de 1998 cuando mi padre fue acusado de homicidio, cosa que él no habría cometido, el juez local Marcos J. Manson, no tuvo compasión al dictar la sentencia. Incluso contando con argumentos insuficientes mi padre fue a dar a la silla eléctrica en primera instancia. Sí, el mismo hombre que me enseño a leer cuando tenía cinco años murió electrificado, por el juicio desinteresado que dicto un incompetente, que parece no tener valor alguno.
Pero las horas que le quedan por vivir están contadas. Y desde ese ladrillo del muro, que fue la muerte de mi progenitor, me he dedicado día y noche a planear esta venganza, la que ejecutaré en unas horas más.
Asesinarlo a él, no sería suficiente, librar a alguien de este infierno terrenal en el que estamos sumergidos no sería suficiente para saciar mi sed. Por eso logré de alguna manera hacerme un gran amigo de su hija, y única descendiente, Selena Manson. Bueno, quizás más que amigos, pues desde hace dos años que finjo ser su novio y ella está convencida de que siento lo mismo que ella siente por mí. Pero los sentimientos ya no penetran este frío corazón.
Hoy acordamos reunirnos a las afueras de las oficinas de su padre, en el juzgado de la ciudad. Ya estaba listo para continuar el procedimiento, revisé los artefactos de mi bolso con mucho sigilo y apreté el botón, el botón del verdadero juicio final.
Pasé a través del detector de metales, mis músculos se tensaron como nunca antes, y un calor abrasante me envolvió al momento de entrar, pero nada sucedió, di un suspiro y continué mi caminata.
¡Alex! ¡Qué bueno es verte otra vez! – gritó Selena con una gran sonrisa en el rostro.
Selena, mi amor. – Corrí a darle un abrazo, y no la solté. Y no pensaba soltarla hasta el momento final. A los diez segundos de la cuenta final un “¡Bip!” debería sonar, y al parecer no faltaba mucho.
¿Qué fue ese sonido? ¿Es tu teléfono celular? - Dijo Selena mientras continuaba abrazándola.
La apreté con todas mis fuerzas, con toda la irá que acumulaba hace años, quería lastimarla, verla sufrir.
¡Alex! ¡Me lastimas! ¡Suéltame! ¡Por favor! ¡Aaaagh! – gritó ella desesperada al verme en esta actitud, que nunca había tomado frente a ella antes.
Susurré a su oído - ¿Sabes lo que una bomba puede hacer? – y me reí a carcajadas, luego, la apreté más aún, con todas mis fuerzas, de modo que pude sentir huesos crujir en sus delicados brazos.
¿¡De qué hablas, Alex!? – seguía exclamando tratando de zafarse de mis brazos, los brazos del destino.
Lo mismo que una silla eléctrica, matar. – susurre otra vez a su oído de forma pausada.
Fue entonces cuando el espectáculo mostró todo su esplendor con fuego, luces, grandes sonidos, gritos, llantos, vidrios rotos, sangre, pedazos de piel que se desprendían de su cuerpo, y del mío. Y me da gusto el día de hoy el solo recordar sus brazos desprendiéndose de su cuerpo mientras su cabeza se partía a pedazos, pues veía en ella a Marcos J. Manson, en cada expresión, en cada rasgo de su rostro.
Ella murió, y yo estoy postrado en una camilla del Hospital Cárdenas, sin piernas, el torso y el rostro con quemaduras graves y solo con el brazo derecho, el que me ha ayudado a escribir este relato.
Al parecer ahora Manson debe sentir lo mismo que yo siento, pero debe ser peor aún para él, pensar que todo esto fue por su culpa, por su poca vocación, por su poca empatía.
Creo que ahora puedo morir feliz, la justicia divina se ha hecho.

CUENTO POR SIMON LABARCA

miércoles, 28 de abril de 2010

Plagio

Noto tu ausencia cuando te veo...
Y cuando no es como si estuvieses aca...
Y cuando llueve la lluvia no moja...
Y el sol no calienta...
Y me da la locura de comenzar mis poemas imitando a Neruda.

lunes, 26 de abril de 2010

"Felicidad" (Cuento largo)

La sonrisa de oreja a oreja es inversamente proporcional a las heridas del alma...

No soy matematico, tampoco poeta, pero si lo fuese haría lo posible para que esa frase sonara bien.

¿Que es ser feliz? Pasé tres cuartos de mi vida preguntándomelo. La naturaleza consumista del ser humano dificulta y hace nulo este concepto. La felicidad es un saco sin fondo, más infinita que el espacio...

Aunque esto es discutible ya que el espacio está "En expansión".. ¿Tendrá algún límite la felicidad?

Gasté gran parte de mi fortuna tratando de averiguarlo. Con ayuda de mi esposa, criamos al niño (podríamos decir) más feliz del mundo en nuestra amplia mansión. No sólo porque tenía todo lo material que quería, también tenía buenas relaciones sociales. Escogimos con pinza a sus amigos para que pudiesen ser confiables, honestos y darle un buen ejemplo. Lo aislamos del mundo completamente. No tenía para que saber qué era un asesinato, una violación, un robo, la envidia, el odio... Podríamos decir que tenía todo lo que cualquier ser humano necesitaba para su cuerpo y alma. Todo controlado por mi esposa y yo desde el quinto piso de nuestra morada, el único lugar imperfecto de la casa.

El problema vino cuando Albertito cumplió quince.

-Papá... ¿Hay vida mas allá de esta casa?
-¿Por qué preguntas eso?
-Es que Juan me dijo que te oyó a ti hablar sobre... un mundo, "otro mundo"... algo que no está acá...
-No Albertito, no existe más universo que el que tu conoces... Mas allá no hay nada...
-Aaah... Gracias papá...

Obviamente hice desaparecer a Juan de la manera más cuerda posible: Matándolo.

-Papá... ¿Qué pasó con Juan?
-Ah... Juan... Él vive en el quinto piso ahora...
-Papá... podré ir algún día al quinto piso?
-No es necesario Albertito... En el quinto piso no hay nada.
-¿Nada?
-Exacto, nada...
-¿Y qué significa que no haya nada?
-Que... argh, Alberto, no volveremos a hablar de este tema más, de acuerdo?
-Pero yo solo... bueno papá...

No podía comprender la curiosidad exacerbada de mi hijo, si en teoría no tiene nada de que preocuparse. Desde ese día, dejó de jugar con sus juguetes y de hablar con sus amigos. Empezó a encerrarse en su habitación a escribir...

Desde luego no podía dejar ningún comportamiento de Albertito sin mi cuidado, así que mientras dormía fui a leer sus escritos.

Eran poemas, cuentos... muchas manifestaciones literarias. Especulaciones sobre lo que habría afuera... Desde otro universo igual a el que vive hasta un lugar lleno de monstruos. No pude comprender de donde sacó el concepto de monstruos, cuando le pregunté, el me respondió...

-Son cosas feas que sólo he visto en pesadillas... Ojalá no existan.

No había pensado en que hasta ese momento me era imposible controlar su pensamiento. Gasté la otra mitad de mi fortuna en un aparato capaz de "formatear" cual disco duro un cerebro humano. Eliminé de la mente de Albertito la curiosidad y el miedo.

Desde ese día dejo de escribir y de preguntarme cosas incomodas, eso me alegró... pero también dejó de jugar, reir, dormir, comer y hablar... se quedó quieto en un rincón de su mundo feliz...

Revisé si habría sido algun problema del "Formateo", pero nada, el computador hizo lo que le pedí, borró el miedo, la curiosidad y todos esos sentimientos que nos hacen tristes, o por lo menos eso creía yo.

Ahora Alberto vive literalmente conectado a una batería, y sólo hace lo que uno le dice... Alberto es un robot... o peor que eso, ya que depende de otros robots para vivir.

Desde ese día maldigo mi tristeza por saber que es la felicidad y el miedo que me impulsó a encerrar a mi hijo en una burbuja... Pero al mismo tiempo los respeto y venero, porque sin el miedo y la tristeza no sabríamos lo que es ser feliz...

Bueno, de hecho aun no lo sabemos, y agradezco no saberlo porque sé que el conocimiento siempre traera más y más sufrimiento...

Pero ese no es mi problema más grande. El problema vino cuando nació Eustaquio.

Eustaquio fue críado en un ambiente normal sólo porque el dinero que me quedaba apenas alcanzaba para que viviésemos los 3 (Ya les dije que me había deshecho de Alberto?)

Eustaquio era un ser excepcional, muy inteligente y perspicaz. El único problema era que su personalidad no estaba muy bien desarrollada. Era muy tímido con las mujeres de su barrio.

Un día conoció a Tremebunda, la chica más linda del pueblo. Él le contó a mi esposa que pasar un rato con ella le hacía ser feliz, sacando a flote de nuevo el tema de la felicidad que yo había dejado de investigar por tiempo y decepciones, traté de ahondar más en el asunto.

No comprendo mucho el concepto de ser feliz a causa de una mujer, ya que mi matrimonio fue arreglado desde que eramos muy chicos y no siento por Elvira más que un profundo sentimiento de respeto. Así que este tema me parecía doblemente interesante.

Me quedaba escondido tras unos arbustos a ver como Tremebunda se acercaba a Eustaquio despues de clases e iban al parque a conversar. Anotaba cada comportamiento raro de parte de ambos. En primer lugar, si no fuese por el factor físico no pudiese haber reconocido a mi hijo. Su personalidad había cambiado considerablemente. Ahora era un hombre más confiado al hablar, y se rió en 30 minutos mucho más de lo que lo oí reirse en la vida. Este concepto del amor me pareció raro.

Le pregunté a mi esposa si sabía lo que era el amor. Me dijo que antes de que nuestro matrimonio fuese acordado, ella había sentido "un cosquilleo raro" por un vecino que vivía cerca de su casa, pero no sabía si era amor o tal vez algún mal del estómago justo en ese tiempo.

Le pregunté a Eustaquio si se había sentido mal del estómago, lo que me contestó con un no rotundo.

A Eustaquio también le pico el bicho de la escritura, empezó a escribir poemas, poemas dedicados a una mujer. Nunca especificaba el nombre pero deduzco que eran para Tremebunda.

Pasaron los meses y no veía mucho cambio en el nuevo comportamiento de mi hijo, hasta que una fría y lluviosa tarde de Agosto, la conversación habitual entre los dos individuos terminó de una manera peculiar. No se despidieron con el habitual beso en la mejilla y se alejaron en sentidos opuestos, aun cuando son vecinos. Con las cámaras que aún quedaban del experimento de Albertito. Lo encontré llorando reiteradas veces.

El no sabía que yo sabía de sus juntas con Tremebunda. Así que fue Elvira la escogida para enterarse primero de la ruptura en su relación con la mujer de sus sueños.

Me pareció interesante como una felicidad tan intensa como la que sentía mi hijo gracias al amor derivó una desgracia tan grande como su suicidio.

Pensaba según mis investigaciones que el amor no es más que el sentimiento recíproco de pertenencia de un ser hacia otro, y al momento de perderlo, es como cuando se te rompe un juguete que te gustaba mucho. Pero el acto de quitarse la vida de mi hijo me ha revuelto la cabeza hasta hoy.

Nunca entenderé la felicidad, nunca entenderé el amor, nunca entenderé los sentimientos. Al parecer son cualidades innatas del ser humano que nos definen como personas y cuyos conceptos nunca llegarán a un consenso. Lo que es de mi, mientras tanto voy a terminar mi testamento, aunque no tenga familia ni hijos a quien heredarles lo poco y nada que quede teniendo.

sábado, 24 de abril de 2010

Poder interior

La piñata no lo sabía, pero dentro de su ser se concentraba tanto poder como para matar a mil niños con diabetes...

Me gustan lampiños

-Eso dijo.

-¿y luego qué pasó?

-Nada, sólo soporté el dolor por ella.

-¿y de ahí?

-Ahí fue cuando la encontraron enterrada en mi patio.

jueves, 22 de abril de 2010

Nos vamos a casar

Y así será, viviremos juntos, por siempre, felices y unidos, sin importar lo que hagan los demás, esa loca no me lo ganará, es mío… ¡mío!, de nadie más. Aún recuerdo cuando fuimos a comprar nuestro primer helado, lo pagó él y dijo que me tenía que decir algo, ahí me pidió matrimonio, yo acepté contenta, luego compramos los anillos, él no pudo ir, pero yo los compré por los dos, luego pidió mi mano, pero no pudo ir, yo lo hice por él, cuando nos pusimos las argollas el tampoco pudo ir, pero yo lo hice por los dos, ¡somos tan unidos!, lo veo dormir todas las noches, me quedo sentada en la ventana, viéndolo, desde afuera para no despertarlo, le saco la ropa para tener su olor en mi habitación, porque no puede ir a nuestra casa, tiene trabajo, no me da besos, porque está ocupado. Cuando fuimos a comprar los trajes de matrimonio sólo pude ir yo, el tenía que trabajar hasta tarde en la universidad, es profesor, todos los días le dejo una carta en su escritorio y una bolsa con almuerzo, creo que no le gusta como cocino porque siempre encuentro la bolsa, horas después en los basureros fuera de su casa, donde también encontré su argolla, y su traje de novios, también una carta de su amante diciendo que lo dejaba porque alguien la acosaba, fue cuando descubrí que él me engañaba… este fin de semana nos casaremos, quizás el no vaya, pero aún así le tendré preparada una sorpresa en su casa, para eso tendré que salir de esta que me compró, es muy gris y tiene mucho cemento y metal, y los guardaespaldas que me contrató no me gustan, hoy saldré de aquí, y este fin de semana nos casaremos.

Brayatan el lancita amigable

Brayatan nació en una población peligrosa de mi ciudad. Su padre era un reo con cargos de robo hormiga que escapó una vez porque dejaron la puerta abierta y su madre la señora que se hizo famosa por robar una mesa hace unos años. Su hermana de 14 ya tenía 2 hijos con los cuales jugaba cuando estaba aburrido. El quería ser Rock star pero sus padres no le dejaban porque eso era "de gays". Brayatan terminó convirtiendose en un analista de sistemas que puso su empresa de arreglo de pcs cerca de su casa. La gente consideraba que hacía un buen trabajo, aunque a veces le faltasen algunos tornillos a los computadores. Se casó con la Janamontana Gonzalez y tuvieron a un lindo hijo que le pusieron Obama. :D

miércoles, 21 de abril de 2010

Vive en una piña, debajo del mar...

No, no has cambiado... pero eso no es lo que me molesta. Debo confesarte que cada vez que escucho tu nombre rompo cualquier cosa cerca mío... Estuve en la carcel 2 años porque a una pobre guardia con tu nombre le tocó ser la "cosa" en la que descargo mi ira.

Ahora, no me enoja que no hayas cambiado sólo porque yo tampoco lo he hecho. ¿Sabías que sigo coleccionando stickers de Bob Esponja? Bueno, no he encontrado ninguno desde que el Destino impidió que volviese a hablar contigo, pero aún duermo con el álbum bajo la almohada. ¿Recuerdas que me faltaba un sticker? Seguramente no lo recuerdes, pero yo aún no lo olvido.

Los dibujos animados de los Sábado en la mañana son geniales... el otro día dieron "Coraje, el perro Cobarde" y me acordé de tí. Te gustaba esa serie, pero dejo de gustarte cuando dejaste de verla, y dejaste de verla cuando Manuel murió...

 Bueno, no culpo a manuel de eso, tambien dejaste de verme a mi... dejaste de dormir en la casa y dejaste de hablar con otras personas. Te encerrabas en el ascensor del colegio... pasabas todo el día ahí... creo que sigues ahí, por eso pegué esta hoja en la puerta de tu ascensor favorito...

Ah, mentí en el primer párrafo, era para llamar tu atención... xD

Ya, nos vemos mañana en el colegio. Recuerda llevar ese sticker que me prometiste hace 2 años... y recuerda ir al colegio xD me voy a aburrir de esperarte en ese ascensor... y la gente me mira raro... D:

Chao! cuidate!

martes, 20 de abril de 2010

Los gatos no se pueden llamar pedrito.

qwer, qwer, qwer... vamos a ver...
Quiero un gato tener.
qwer, qwer, qwer... lo puedo ver

Asd, asd, asd... Felicidad
No puedo esperar más.
Asd, asd, asd... No faltaba más...

zxc, zxc, zxc... Murió el cuento.

lunes, 19 de abril de 2010

Y le burro dijo

Y el burro dijo —mi lámpara no alumbra lo suficiente como para opacar al sol— a lo que el globo respondió —el sol…mi estimado burro, jamás será opacado por ninguna invención del hombre…y el día en que el hombre crea que así lo ha hecho, ese día…quizás sea el fin de los tiempos del hombre como lo conocemos…—
— ¿Qué demonios me importa a mí el hombre y sus inventos?, sólo quiero que mi lámpara alumbre tanto o más que el sol— señaló el burro indignado tras las palabras de su amigo globo. — ¿Y por qué deseas tanto opacar al sol, burro?— dijo inquietantemente, dando paso a las últimas palabras que oyó del burro…— Porque sólo así te podré opacar a ti, transparente amigo, que día a día, me iluminas…
—Jaja…mi luz no viene de ese sol joven burro…pues…Tú eres mi solla que le da la luz a mi vida eres mi solla que le da la luz a mi corazon eres mi solla que le da la luz a mi vida…


HECHO POR SEBASTIÁN AGUILERA.

Mi caracol

Mi mamá vive lejos de acá... cuando fue a comprar cigarros la fila era tan larga que arrendó una casa cerca de la tienda. Mi papá dice que cuando vuelva vamos a hacer una fiesta solo para ella, por eso no me deja inflar el único globo que hay en mi casa. Estoy ahorrando para ese día, llevo 56 pesos que he encontrado en el piso de la calle. Una vez un hombre ofreció cambiarme un papel azul alargado con la cara de Arturo Prat que encontré tirado en el centro por una pelota saltarina. Le dije que sí pero él tenía que encargarse de botar el chicle que estaba comiendo, porque yo lo iba a poner en ese papel. La saltarina era un juguete divertido hasta que "Rayo de Sol" se la comió porque se me cayó en su plato de Whiskas. Ese día se sintió muy mal y fue a dormir temprano. Mi papá cree que yo duermo a la misma hora del gato porque me mandó a dormir tambien en ese momento. Al día siguiente mi papá me contó que el gato fue a acompañar a mi mamá a comprar cigarros porque ella se podía sentir muy sola. Parece que "Rayo de sol" no pensó en que yo también me siento solo sin él, así que le pedí a papá que me comprara otro animal. Me dijo que no había plata, aún cuando le pasé los 56 pesos que guardaba para mi mamá. Estaba tan triste que fui al jardín a llorar y me quedé dormido. Cuando desperté vi a un caracol encima de mi nariz. Era tan chico con unos ojos tan tiernos y adorables, creo que le gustaba estar ahi. Pensé en adoptarlo como mi mascota pero recordé que le tengo pánico a los insectos y lo tiré lejos. Cayó en una bolsa llena de sal que mi papá habia estado vendiendo a los vecinos. No me sentí mal porque en realidad no conocía mucho al caracol. Al día siguiente amanecí resfriado por dormir toda la noche en el jardín y no fui al colegio.

sábado, 17 de abril de 2010

Cumpleaños

Hoy es el cumpleaños del creador de este blog. Don Joe Harry Diego Becerra Santi... Que hizo este blog para escribir sus cuentos... Saludenlo en comentarios :D

viernes, 16 de abril de 2010

Camila

Resulta que el otro día conocí a Camila... Alegre, simpática, iba en un colegio cerca al mío... nos hicimos amigos rápidamente. Teníamos los mismos gustos, pensabamos casi igual... era mi "media naranja" tanto como yo de ella.

Resulta que ayer me junté, como siempre, después de clases con Camila en la entrada de su colegio... después de caminar un rato, se empezó a sentir mal y se desmayó.

Resulta que sigue sin recuperar el conocimiento. ya han pasado más de 24 horas y apenas siento su corazón latir.

...

Resulta que han pasado 6 años... 6 años yendo todos los días a la clínica en que Camila está hospedada. Le cuento mi vida y le pregunto de la de ella, no me responde.

Resulta que la última oración pudo haber sonado insensible, pero no es así... Hubo un tiempo en que podía hablar con ella en sueños. Pero eso fue sólo la primera semana después del accidente.

...

Resulta que ayer volví a tener contacto con Camila en los sueños.

Resulta que los padres de Camila llegaron al país. Han pasado 10 años desde el accidente. Ellos creen en la vida despues de la muerte y en que ser donante de órganos es lo máximo. Así que la quieren desconectar.

Resulta que esto me apena mucho. En mis sueños me dice que ya está mejor, y necesita solo unas 2 semanas más para volver al mundo de los vivos.

Resulta que los padres de Camila no me creen. Me consideran loco y que esa locura es provocada por el profundo cariño que siento por ella.

...

Resulta que hoy se cumplen 2 años desde que me escapé con el cuerpo de Camila. Aunque su corazón no late porque no pude conseguirme un respirador artificial, sé que sigue viva

Resulta que aún la sigo viendo en sueños. Me dice que ya no quiere volver a este mundo, que el mundo en que está es mucho mejor, pero que conserve su cuerpo para recordarla. La dejé en un vitral en mi nueva casa en el extranjero. Similar al cuerpo de Blanca Nieves en la película de Disney.

Resulta que el cuerpo no ha sufrido ningún síntoma de putrefacción....

...aunque resulta que esto es lógico, ya que Camila no está muerta.