lunes, 11 de octubre de 2010

Ahora!

(Les recomiendo que lean mejor el cuento que sigue a este... estoy aburrido y asdsfdgbfhjsgaffasgh y esto es basura :D)

Mi justa demanda. Derecho constitucional, otorgado a todos los ciudadanos de la nación desde 1980. Estos argumentos no eran suficientes para convencer al hombre al otro lado de la mesa de ser más transigente y colaborar con mi petición. Un grito más, un grito menos. Los Carabineros lo entenderían, libertad de expresión... ¿Ahora? Sí, ¡Ahora! ¡De inmediato, satisfagan mi necesidad! Tres horas más, tres horas menos... No veo la diferencia. La espera dicen, nos ayuda a apreciar mejor las cosas. Pero cada segundo que pasa siento que mi dignidad es absorbida por el monstruo implacable del Capitalismo. Pienso comprarme un kapo con el vuelto, por lo menos el servicio entregado por el vendedor ambulante es más humanitario. Lo único que me sigue motivando a estar acá es el orgullo. No descansaré hasta ver mi petitorio cumplido...

*Sirenas*

*Silencio...*

 Un año... pasará volando. Por lo menos mi conciencia está tranquila y luché por lo que era mío. Lástima que los derechos del consumidor ya no se respeten...

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