sábado, 10 de julio de 2010

Ùrsula (Nadie se llama así y no habrá problemas con los nombres xD)

Sus ojos... No se, creo que azules... sí, azules. Esos ojos no me miraban, lamentablemente. En realidad no miraban a nadie porque ella era ciega. ¿Como podía un ángel de dorados cabellos, de un semblante perfecto y curvas proporcionales, tener un defecto genético tan mal ganado? Desde chico quise convertirme en oculista sólo para encontrar una cura a su desgraciada enfermedad.

Nos conocimos de pequeños. Úrsula era la hija del mejor amigo de mi papá y crecimos casi como hermanos, pero sabiendo que no lo éramos. Alejandra tuvo sus otros 4 sentidos tan sobredesarrollados que era difícil imaginarse que era ciega. Inteligente, la mejor alumna de la pequeña escuelita a la que solíamos asistir en nuestra niñez. Sólo sé que estuve enamorado de ella desde que tengo noción de mi existencia.

Le expresé todos mis sentimientos después de la Gira de Estudios que realizamos en Tercero Medio. Ella sabía que iba a suceder, así como todo el salón. Ella fue a su habitación y no la volví a ver más.

Creo que fue coincidencia la pelea que tuvieron mi papá y el papá de ella. También el hecho de que al día siguiente de llegar se hayan cambiado de casa a un lugar lejos de acá. Al igual que su cambio de celular, correo, msn y Facebook. Por lo menos eso creo firmemente yo

Sigo destrozado por no saber lo que ella sentía. Mis amigos me dicen que se alegró al haberme escuchado, pero que su invalidez le obligaba a no aceptar. También dicen que siempre me consideró como un hermano y por sólo eso era imposible... cosa que dudo mucho.

El punto es que la fui a buscar a Concepción el sábado pasado. La encontré sin problemas a la vista, como por de milagro, y casada con un oftalmólogo de la Universidad Católica. Hablamos de OVNIS y de eclipses solares y quedamos en salir ellos dos conmigo y mi esposa, una actriz conocida por su aparición en el último reality, el día de mañana.

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